confiesa el temor que le invade incluso tan sólo de pensar imaginativamente estar a su lado
Las relaciones con Cúpido se encuentran estancadas desde hace pocos años. Ni él lo visita, ni nuestro desinteresado Corazón Apasionado cree necesitarlo; y la vida de este último pasa en una supuesta paz. Pero no todo está escrito en esos menesteres de enamoramiento, ilusión y pasión conjunta; y antes de entusiasmarse casi completamente al punto de escribir el soneto correspondiente al mes de Abril, recibe la visita de Erató en el año 4AD y en el deambular por su mente le susurra lo siguiente al enterase que a nuestro temeroso Corazón Apasionado le invaden ciertas dudas incluso al pensar en pensar el intentar tocar su mano