La espalda de esta luz son esos sueños tuyos, amada, que duelen al soñarse y que hacen florecer las prímulas y azahares en tus flancos.

Éste es un perro. Una creiatura que se ignora. No sabe que pertenece a una clase —de cosa o bestia—, ignora

Recuerdo que el amor era una bland… no expresable en palabras. Y mismamente recuerdo que el amor era una fiera lentísim… mordía con sus colmillos de azúcar

Revolución, tiendo la mano y a veces me la muerdes. Soy individualista, pero el mundo no es bello. Sólo el idiota, el loco y el canal…

No se conforma con hincar los dien… en esta mano mansa que ha derramado mieles en su pelo… No le basta ser perra: antes de morder

Óigame usted, bellísima, no soporto su amor. Míreme, observe de qué modo su amor daña y destruye. Si fuera usted un poco menos bella…

Hay un tigre en la casa que desgarra por dentro al que lo… Y sólo tiene zarpas para el que lo… y sólo puede herir por dentro, y es enorme:

Los niños de las ciudades conocen bien el mar, mas no la tierra. La niña que no había visto, nunca, una vaca

La regla es ésta: dar lo absolutamente imprescindibl… obtener lo más, nunca bajar la guardia, meter el jab a tiempo,

La perra más inmunda es noble liro junto a ella. Se vendería por cinco tlacos a un caimán. Es prostitua vil,

¡Qué bajos cobres ha de haber tras esa aurífera corona! ¿Qué llagas verdes bajo las pulpas húmedas de su piel esmeralda!

El tigre real, el amo, el solo, el… de los carnívoros, espera, está herido y hambriento, tiene sed de carne, hambre de agua.

También la pobre puta sueña. La más infame y sucia y rota y necia y torpe, hinchada, renga y sorda puta, sueña.

Aman los puercos. No puede haber más excelente prueb… de que el amor no es cosa tan extraordinaria.

Tengo que agradecerte, Señor —de tal manera todopoderoso, que has logrado construir el más horrendo de los mundos–, tengo que agradecerte