#EscritoresMexicanos Dispersión Total Total
Más despacio que nunca, casi agóni… marchan y duelen estas voces o est… Húmedos pies descalzos, breves pie… dulce origen, impío desorden. Voce… que purifican lo que tocan. Voces
Era un caballo rojo galopando sobr… Era un caballo rojo, colorado, col… «como la sangre que corre cuando m… Era un caballo rojo con las patas… Agonizó en el río a los pocos minu…
Lo primero es el cielo. Después v… el espléndido dios que todo lo atr… con su nariz agujereada y sus miem… comidos por el hambre de siglos. El dios vivo y marcado, ungido
Podría Escribir Ayer y hoy La historia De un paso
Tú no veías el árbol, ni la nube n… Ya tus ojos la tierra se los había… y en tu boca de seda sólo un poco… fugitiva de rosas, y un lejano sus… No veías ni mi boca que se moría d…
Como el viento agita las altas hie… así mis dedos vuelan sobre tu cabe… y la noche de alcohol y los árbole… encierran para siempre un sollozo… el ay de la alegría, el ah definit…
Gentil, justo y resuelto... Duerme bajo las rosas. Rosas de Hyde Park: las rosas de su sueño. Gentil, justo y resuelto,
Andar así es andar a ciegas, andar inmóvil en el aire inmóvil, andar pasos de arena, ardiente cés… Dar pasos sobre agua, sobre nada —el agua que no existe, la nada de…
Outside!, chilló la negra, la negra fea del bar. Outside!, volvió a chillar con una voz más negra que su negro mirar.
Te saludan: los árboles y las banderas triunfa… los pájaros y los ríos del pueblo, las ágiles canciones del pionero, las películas a colores y las foto…
Viejo sangre de toro viejo marino anciano de las nieves viejo de guerras de enfermerías de heridas Viejo con piel de flor
No la veo; no me baña su doloroso… ni la oigo correr sobre las piedra… ni mis manos la tocan, ni mis cabellos se oscurecen, ni siquiera mis huesos se ponen am…
Día y noche, pero Más noche que día, Eunice dialoga y riñe Con los altos mastines. Palabras y ladridos,
Hoy he dado mi firma para la Paz. Bajo los altos árboles de la Alam… y a una joven con ojos de esperanz… Junto a ella otras jóvenes pedían… y aquella hora fue como una encend…
¿Dónde abandonar tantas gotas atrapadas en la ida a tu cuerpo? ¿Qué red plateada tejer con los hilos delgados