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La dama de la noche

jamás entrega su corazón

La dama de la noche
deambula por las calles
es coqueta y altanera
se junta con cualquiera
que le pueda pagar
el encanto de sus servicios
brindando lujuria y pasión
conoce hasta dónde puede llegar
ofrendando todo lo que tiene
sin entregar jamás el corazón.
 
La dama de la noche
muerde sensualmente sus labios
para luego negarme los besos
que sueño y tanto quiero
que siempre se conjugan
con mi escasez de dinero
 
La dama de la noche
me ofrece su cuerpo desnudo
como mercancía cara
que no se puede tocar
queriendo yo acariciar
a pesar de tenerla tan cerca
casi nada puedo disfrutar
tomo de ella lo que puedo
tratando por lo menos
de poder lograr
un mezquino suspirar.
 
La dama de la noche
juega conmigo, contigo y con él
atrapándonos en su red
en el ofrecimiento
de su falso placer
conoce de su oficio
ella sabe que lo más probable
es que nunca la volvamos a ver.

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