Labios mudos, sin besos ni pasión, Ojos vacíos, cual noche sin lucero… Manos frías, sin tacto ni embeleso… Corazón mustio, en eterna aflicció… Alma marchita, sin luz ni emoción,
En la sombra de la noche, donde el silencio es un canto, pasean los gatos errantes, con pasos de sueño y encanto. Sus ojos, dos faroles,
La brisa teje memorias, piedras susurran cuentos de otro t… En el vuelo de un ave tardía, la soledad danza, leve, como una caricia que no lleg…
El silencio se desliza como un río entre las manos, y en sus curvas me improvisa el eco de lo lejano. Tu partida fue un relámpago,
Rozando tu boca, la mía, cual dam… Preñado de miel, en un beso lasciv… Labios entrelazados, un éxtasis sa… Donde el fuego del deseo arde inte… Dulces néctares se funden en un rí…
El problema del verso es su cadena… las palabras que surgen y se opone… que como muros tercos se interpone… entre el alma que canta y su conde… Si el poema pudiera, sin verbena,
En mi mente, un pensamiento, Hogar, dulce hogar, un sentimiento… Un lugar donde el amor reside, Donde la paz y la dicha se esconde… Un refugio de tormentas y penas,
En tiempos de las abuelas, el amor Tenía un ritmo pausado y un dulce… El cortejo era un baile delicado, Un juego de miradas y palabras con… El caballero, con galantería y hon…
Leer es fuente de paz, en un mundo de ruido, donde el silencio es olvido, las palabras nos abrazan. Libros que cuentan historias,
Voy camino pecho adentro, por los silencios del alma, y le voy poniendo voces, donde la calma se inflama. Con paciencia se desgranan
No puede medir tu silueta, Tampoco tus ardientes anhelos. El verso es infinito, noble meta, Y todo límite, solo un desvelo. Tu cuerpo en el tiempo se transfor…
Aun cuando el aula queda en silenc… y la tiza descansa en su reposo, tu voz, maestro, resuena como true… en el alma de quien fue tu alumno… Tus palabras, semillas en terreno…
Tu alma, cual ruego, untuosa y pur… Simple y sin mácula, cual nardo en… Tu cabellera, fuego en su ventura, Y tus pupilas, leopardos en furor. Dulce esperanza, en tu ser me abri…
Sabina, degenerado y mujeriego, con cierto aspecto de faquir, anda arrastrando su esqueleto por las entrañas de Madrid. Lo han visto en bares sin ventanas…
En las aras de Amor, víctima iner… yace mi pecho, en humo convertido, pues de tus ojos el fatal desvío deshizo el templo do mi fe se afir… Voraz incendio, que mi ser consume…