Inspirado en Nanas de la cebolla de Miguel Hernández
En el abrazo del sol, una tierra b… Península Ibérica, con sol emborr… España, su nombre resuena con ferv… Un tapiz de culturas, un crisol de… Desde los Pirineos hasta el Estre…
Camino lento por la orilla del mar… observando cómo el oleaje borra mi… deshaciendo el rastro que dejé. Cada ola que se retira se lleva un… arrastrando consigo recuerdos, sue…
Oh musa fiel, de antaño inspiració… que en días idos versos me dictaba… en noches de silencio y de quietud… cuando el alma en suspiros se alza… Yace el tiempo entre sombras del a…
En tus versos, Rosario, Sevilla s… como un río profundo que nunca se… lleva brisa y jazmín, esperanza y… en susurros eternos que el viento… Cada letra es un eco de duende y d…
Qué extraño don, los espejos, esos que duplican el mundo y lo encierran en un reflejo, perfecto, simétrico, hondo. En sus fronteras de vidrio
Aquella caricia se quedó suspendid… no rozó la piel, pero la sentí cer… como el viento que juega con la hi… y nunca la toca, pero la agita. Fue un roce apenas imaginado,
Matilde había heredado de su madre un viejo teléfono de disco, de esos que ya nadie usa. Era negro, pesado, y cada número giraba con un chasquido seco, como si arrastrara consigo los ec...
De la luz, donde nace la alegría, al abismo de sombras descendemos; por caminos inciertos nos perdemos… del día al negro manto que enfría. Luz que enciende la vida y la armo…
Amelie, luz que abriga mi sendero, hogar en la penumbra de mi vida, la llama que en la sombra nunca ol… y arrulla con su canto verdadero. Tu risa es el refugio más sincero,
“Eres lo que tengo, lo que me sostiene, la brisa que me acaricia, el sol que me calienta. Eres el río que fluye,
En cada aliento te echo de menos, En cada sitio, en cada rincón. En cada instante, mi anhelo esmens… Te extraño tanto, mi corazón. En cada sueño, tu recuerdo enhebro…
Hilo a hilo, entre páginas blancas… tejes historias con dulce verdad, con manos de maga, con voz de espe… con ecos de tiempo y de libertad. Tus letras son faro, sendero y mur…
En el mes de las que sueñan, de las que escriben calladas, de aquellas que, en la alborada, con su voz la sombra empeñan. Mujeres de tinta llena,
En el espacio cibernético, donde la palabra es libre, un poeta virtual late, con versos que nos abrazan. Con cada clic, un soneto,
En el susurro tenue de abril, despierta el cerezo, guardián del… y su piel dormida de ramas frágile… se viste de espuma, de nieve alada… Bailan los pétalos, tiernos, desnu…