En la quietud de la noche, cuando las sombras se extienden, se alzan los Ábacos, obeliscos de números que se entretejen, esferas que giran y se mueven
De su vasta grandeza, el mundo es… los cielos, colosales, proclaman s… Un río de luz eterna que nunca dej… en campos de infinito despliega su… En su trono inmenso, relumbra la v…
En las sombras de Charleville, un niño errante soñó en papel, con tinta ardiente y versos febril… un mundo en llamas quiso tejer. De labios jóvenes, versos antiguos…
Llegará un día, cuando al abrir la… te encontrarás a ti mismo, esperan… como un viejo amigo que nunca se f… pero que olvidaste en el caos de l… Te mirarás a los ojos, sin juicio…
Oh, pobrecito mi libro, tirado en el salón, con un ojo pasa la hoja, y con el otro ve televisión. Las historias que en sus páginas,
Alla a sombra del almendro vi pasar la primavera, con su manto de rocío y su brisa pasajera. Susurraban las alondras
Camino silenciosa entre poemas, buscando tu sombra en el viento, Galicia susurra entre hojas viejas… tu verso enraíza en el tiempo. Desde Santiago hasta Padrón,
Bajo la luna, danzarina errante, el viento juega con tu cabellera, y en cada paso brilla la quimera de un alma libre, fuerte y desafia… Canta la noche tu risa callada,
Ô toi, lac immobile et serein, Miroir calme des cieux d’été, Ton onde limpide et cristalline Reflète l’infinie beauté. Quand je viens m’asseoir sur tes r…
Padre, en tus manos está el poder… Enséñame a orar con confianza y cl… Que mis palabras fluyan con fe y c… Creyendo que tú escuchas mi petici… No por mi mérito, sino por tu grac…
El poeta con pose de poeta Camina por calles que no pisa, habita mundos que no existen, en un teatro de gestos y palabras donde nadie aplaude.
Mi amor es como concha marfilada, Brillando con la luz de la mañana, Un dulce rocío de miel dorada, Que a mi corazón siempre acompaña. Tu piel es suave como el terciopel…
El amor, rocío celestial, cae sin discriminar su destino. En ortigas, áspero virginal, y en lirios de aroma divino. Sobre espinas, dulce se posa,
Cuando la cabeza se interpone, Un muro que nos frena y limita, Nos hace dudar, nos llena de temor… Y nos impide avanzar, nos estanca. Pero en el pecho, un latido ardien…
En la Sevilla antigua, de encanto… caminaba la risa con paso despreci… un eco de murmullos, furtivo y mal… se alzaba en cada esquina, cual so… La bella Rosarillo, de gracia y d…