Tiempo de gratitud en corazones, Hogar que se llena de memorias, Amor que abraza, tan lleno de hist… Nace la paz entre bendiciones. Kilos de afecto en cada mesa,
Siento que te desvaneces callada, dejando el eco frío en mi presente… me hiere más tu sombra despejada que el hecho de perderte indiferen… Y olvidas sin demora lo vivido,
En la raíz oscura de la existencia… el ser murmura su propia ausencia. ¿Quién soy, qué soy? pregunta el a… eco rebelde del fatalismo. La ontología, trono y prisión,
En la estantería oscura, un libro espera en soledad, sus páginas llenas de sueños, de aventuras por contar. Un día, una mano curiosa,
Junto al pozo, bajo el sol que abr… una mujer de Samaria va, cansada el alma, sed que no se pas… buscando agua que la saciará. Llega un forastero, judío errante,
Entre muros de piedra y viento, se deshacen los pasos dormidos, las horas caen como hojas de invie… sin prisa, sin nombre, sin ruido. Las farolas de piel amarilla
Cuando doblen por mí las campanas… y el viento abrace el luto que lle… será la noche fría la única canció… que cruce los umbrales de mis sueñ… La tierra guardará mis restos terr…
La sombra cubre la estancia, y en su velo yo te espero, reposo en tierna fragancia, mientras susurra el silencio. Tu imagen llega callada,
En el aliento frío de diciembre, donde las ramas desnudas dibujan costuras en el cielo, se escucha el susurro de un tiempo… La niebla abraza el bosque
Un ramo de flores rojas, como el cielo resplandece. Sus pétalos, caricias flojas, en sueños te envuelven tierno. Raíces de ensueño profundo,
En cada letra escrita, un hierro e… la guerra en mis palabras resuena… y el verso, como tanque, avanza en… blindado por el fuego de un verbo… Mis rimas son armadas con ecos del…
En la noche estrellada, bajo un ci… Brillan espuelas de luna, un espec… Plateadas y resplandecientes, ador… Sus sonajas tintinean, anunciando… El jinete, un caballero errante, c…
Palabras afiladas, cual daga en la… laceran el alma, dejando un dolor… Heridas profundas, que nunca sanan… abren surcos de pena, que el alma… Insultos, burlas, calumnias y desp…
En tu azul infinito se quiebra mi… espejo de tu esencia que siempre m… Tu canto en las mareas mi espíritu… y en cada ola tuya mi cielo deja u… Tus manos de salitre me abrazan si…
¡Oh, vil metal reluciente, que al necio haces señor, y al hombre de buen ardor lo arrojas siempre al oriente! Por ti el avaro presume,