El florecer de nuestra dicha Es un momento de alegría Cuando el amor brota en la tierra Y nuestras almas se unen en armoní… La primavera nos llama
Seremos llevados por el fluir, Del agua del tiempo que nos arrast… Sintiendo solo un rumor, un suspir… Que nos quita el corazón, nos agob… Las horas pasan, el reloj no para,
Mi amor, mi todo, te lo aseguro, Mi ser entero tuyo, te lo juro. Tu camino, mi senda, mi destino, Tuya mi alma, tu querer divino. Mi amor inconmensurable, ardiente,
El poeta tiene la obligación, la exigencia de ser preciso, de afilar la palabra hasta que corte el aire y deje su cicatriz en el silencio.
En el fondo del alma, un rencor se… alimentado por heridas del pasado, un odio que corroe y que oxida, dejando el corazón lacerado. La amargura se extiende como venen…
En tus ojos, la luz de mis días, reflejo de sueños y anhelos, tus manos, suaves caricias, tejen la calma en mis desvelos. Eres el susurro en la brisa,
Valiente en el combate, astuto en… Fingidor en el juego, hábil en el… Con espada y escudo, defiende su h… Con astucia y engaño, vence al tra… Aparentando debilidad, esconde su…
Dicen que el amor y la cocina son cosa de tiempo y de sazón, pero hay platos y hay pasiones que no aguantan dilación. La tortilla, por ejemplo,
En mis montañas, un perfume altivo… Aroma intenso que embriaga el alma… Naturaleza indómita y festiva, Donde el silencio es una dulce cal… Los pinos erguidos, cual centinela…
¡Ay, Madre de mi querer! Luz del alba, rosa en flor, eres canto, eres la vida, eres puro corazón. Cuando yo era pequeñita,
Jesús, luz divina Jesús, sol naciente, camina a la mar, donde la verdad se torna evidente.
Hay un mar suspendido en tu cielo, un azul que se agita en tu mirada, como olas que buscan su consuelo en la orilla serena de mi nada. Brilla el sol en tus iris, luz de…
En el jardín de mi esperanza, donde sueños florecen con pasión, un ramito de ilusión se alza, llenando el aire de emoción. Cada pétalo, un anhelo anidado,
Aún broto en el alba, mis raíces se aferran, en cada rayo de sol, un susurro de vida renace. Las sombras del ayer
Mi primera manzana, dulce y jugosa… Llevaba un nombre que me hizo duda… ‘¿Quién eres?’, pregunté con voz c… Mientras su aroma me hacía suspira… Su piel era roja, brillante como e…