Tu chispa enciende el fuego en mi… Despierta el ansia y la entrega a… Un torbellino de pasión que no ces… Donde mi alma se regocija y tu amo… Las caricias se entrelazan con ard…
Nací yo para adorarte, fulgor de m… tallada en luz divina, mi estrella… Naciste tú para mí, vestida de aza… suspiro de los cielos, promesa en… Eres brisa que embriaga las rosas…
Contra el polvo de tu ausencia en mi pecho erigí un desierto, donde nunca más crezca la maleza del recuerdo. Te arranqué del alma
Nos cruzamos al borde de un día ga… la tarde moría en tonos de ocre y… y el tiempo, ese sabio que nunca h… jugaba en silencio su última canci… Tus ojos traían promesas vencidas,
Había una vez en la sala una silla de patas flacas, que al sentarse la abuela mala gritó más fuerte que maracas. La silla, pobre condenada,
PROTEGEME de las llamas del que siembra humo en la tierra y hace espejos de ceniza. No permitas que su sombra toque el río que me habita
Oh, Lord, it cannot be that one w… Your sacred presence will be left… That eyes that gaze upon Your fac… Would meet with silence, cold and… Unveiled before You lies my heart…
En los barrios de arrabal, con perfume a milonguera, surgen voces de mujeres, como flores en la espera. Gardel canta en el viento,
Si yo estuviera en la gloria, gozando de paz y amor, no tendría más memoria de mi vida de labor. Ni de las penas pasadas,
La primavera, con su gala de color… Retrocede abatida ante el empuje i… Sus flores se marchitan, sus hojas… Y en el alma se incrusta el dolor… Los pájaros, que otrora llenaran d…
Zagalejo de perlas, la noche te ha… con hilo de luceros y un sueño ren… Tu risa es el rocío que besa la ma… y tu mirada limpia, la luz que nun… Los cielos se estremecen al verte…
Querida Olga, Otra noche más en esta celda de so… Las paredes se cierran a mi alrede… Sofocando mi espíritu, robando mi… Pero aún en la oscuridad puedo sen…
Una vez, en un pueblo pequeño, Había un pozo profundo y antiguo. Se decía que aquel pozo, Albergaba un tesoro sin igual. Un niño curioso,
El amor es un río que jamás se det… su corriente se pierde en la sed i… Y el alma, que lo ansía con fe sie… no comprende que el agua nunca al… Los gritos de la ausencia resuenan…
Es en tu voz donde encuentro el eco que me sostiene, como un hilo invisible que teje amaneceres. Tus palabras son un puente