Elías

Fumador

Para nadie.

Qué cálida es la noche donde no estás tú.
Porque la promesa era mía y se rompió, como un cigarrillo se esfumó, como el humo desapareció.
Y tan débil vi esa alma sentada que un cigarrillo fumó, pero su dolor no desapareció.
Qué linda me es la noche cuando no estás tú, porque cada vez que te veo sentada en esa plaza me pesa el pecho,
porque ningún cigarrillo esfuma tu imagen, y pienso que es lo mismo para ti, porque también te veo fumar.
Porque el cigarrillo que desaparece en tus labios no te quita ningún dolor; puedo sentir el humo de esas penas,
pero nunca el dolor, porque en ti reside ese rencor.
Porque el mayor daño es invisible, porque el daño se hace mayor cuando lo evitamos.
Y no sé si me pesa el pecho por fumador, o por desamor.

Primer intento de hacer algo coherente.

#Prosa

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