Poema VII
G.C.
Tanto la quería,
Solo respiraba con su expresión.
En mi vida toda era ella, la que conquistaba mi corazon;
En el elipsis ella era mi alegría.
Su sonrisa era mi puente de cruzar,
Ese océano de sufrimiento, que con su voz yo volaba.
Todo era perfección que ella me entregaba;
Era la tranquilidad lo que pude abrazar.
Tanto la quería,
Que me olvidaba todo las faltas que cometía,
Y en sus brazos como un niño me sentía.
Quien pudiera decir que todo esto terminaría.
En el mutismo, cuando mi sombra lloraba,
Ella venia como viento de noche a mi corazón.
Aliviando todas las lesiones con ilusión,
Me amaba tanto, creí que nunca este amor acabaría.
Todas las estrellas lloraban al vacío,
Cuanto me decía te amo, y los abrazos que ella me entregaba.
Los besos que me daba.
Hoy es mi maldición en mi silencio.
Como la enormidad de un cielo entero,
A si la amaba, que hasta en este momento lo sigo haciendo,
Que aunque me dañe si perseverando,
Y lo haré hasta mi último respiro.
Tanto la quería
Busca mi alma, su voz en el silencio.
Su fervor en el vacío,
Si vas al abismo te seguiría.
La quería, que aunque diga que ya no la quiero, la sigo queriendo
Creo que la amo más que antes,
Aunque ella no este, sus memorias lo dibujan como es.
Que aun que diga que la odio. Dios dice que por ella me estoy muriendo.
No le guardo rencor, por tomar otro destino,
Y su cuerpo la entrego en otros brazos.
Y no estoy celoso por compartir sus besos.
Soy un caballero, yo sigo mi camino.
Si algún día decidiera volver,
La llamare alma de mi pasado.
Al recordar el amor que me ha entregado.
Volvería de nuevo a nacer.
(2013)
