Ahora es tender la mano Como los ciegos, como quienes cant… Por los pueblos: Abierta para todos la palma. Y es ir echando en ella
Viene, me digo siempre. Bella y n… y está a mi lado y viene. Y en la… junto a su pecho, al borde de su p… de su cálida sombra sirviéndose de… Siempre me digo, viene,
Así es ella, me dije; es la alegrí… Remota y honda que de pronto llega A despejar el nudo que se debe Desanudar en la penumbra inquieta. Noche y albor, me dije,
La historia de mi corazón Es simple, así lo ven, como la vas… Traída de aquel barranco rojo, com… De mi país; un suceso callado y so… El puñal riesgoso que se esconde e…
Crecido entre los hombres. Y movi… por los bosques, por el viento sop… allí, en el aire. Amor con movimie… de vientos y de bosques. Y que he… en su pecho, quemado por mi pecho.
El barco de papel en la laguna, como una estrella brilla, frágil,… girando sobre sí, rotando lentamen… sobre un agua de lluvia, a merced… bajo los temporales, inclinado hac…
Como desde cien años De lluvia, De una respiración embravecida Proveniente de un fondo de vértigo… De un cántaro colorado
¡Salto en alto! Transpiraciones celestes, Mágica irrupción, Rugidos. ¡Salto del tigre a la Luna!
Usted sabe, señor, Qué alegría colgaba en la floresta… Qué alegría severa Como raigambre sudorosa; Cómo el alegre polvo veraniego
Nada de amorahora, mi amor; nada que no sea escuchar ese aulli… en la noche, el terror increíble de ese aullido. Los perros
¿Qué es esto De pronunciar tu nombre en silenci… De llamarte sin que te encuentres, De buscarte donde no estés, De hacer un hueco de claridad
Y así te pasarías La vida, Tibia carne adorada. Danzando, Empapada de lluvias,
Los ayoreos sueñan con sus bosques… Con la Tierra—sin—mal que está es… Más allá del palmar y el horizonte… Con el collar de pluma de sus rito… Con los misterios hondos de la noc…
El arco en desazón de tu cintura cimbreó su tallo en fresco movimie… como si todo el soplo de tu alient… no cupiese en la red de su envoltu… La quemazón del lecho y su blancur…
Con un silbido derribaré esa puerta, esa ventana; penetraré en tu corazón con un sil… Viene, lo reconoces, de una ancestral maraña, de un pri…