(Perdíz silvestre)
La historia de mi corazón Es simple, así lo ven, como la vas… Traída de aquel barranco rojo, com… De mi país; un suceso callado y so… El puñal riesgoso que se esconde e…
Al verla venir El cielo se abrió; Pregunté su nombre, Me dijo que no, Si donde vivía
... Y entonces se fue yendo, Y se fue yéndosele, se le fue El párpado cayendo, Y se le fue la boca, Y se le fue yendo el habla,
Soñó con un país Que fuera una corriente De ríos al andar, De jazmines la frente, De granos de maíz
Los ayoreos sueñan con sus bosques… Con la Tierra—sin—mal que está es… Más allá del palmar y el horizonte… Con el collar de pluma de sus rito… Con los misterios hondos de la noc…
No sé a veces qué somos, si ya cad… Grumo de tierra suena en nuestra m… Si eres mujer o barro de secano, Si yo varón o arena derrumbada. Si tu cara es latido o si semilla,
Amor: este es mi padre, Pablo, paraguayo del Norte. Las nervadur… son de tanino rojo. Lo siento avan… callado y alto. Conoce el río y la… Podría hechar a vuelo las campanas…
¿Qué es esto De pronunciar tu nombre en silenci… De llamarte sin que te encuentres, De buscarte donde no estés, De hacer un hueco de claridad
Quizás porque en ti se asombran Las cosas voy reinventando Un nombre nuevo a las cosas. Quizás por eso buscamos Signarle un color distinto
Sí, Hoy me he puesto a encender el vie… El azar y los años Me han llevado a pisar en el sende… Que me ha impuesto el amor;
Y así te pasarías La vida, Tibia carne adorada. Danzando, Empapada de lluvias,
Por calles de caliente arcilla Suelto mi flor, como un trapecio Que el trapecista suelta al aire, Mi flor, mi flor de jazminero; Por tierra roja y pasto verde
Estamos caídos en el suelo. Ya no pisamos con los pies ligeros La tierra iluminada, su centro ilu… No estamos ya, con la velocidad de… Estremeciendo el pasto de las prad…
Cuentan que Chiró, el hechicero, El hacedor de cosas mágicas, Acompañando a los mancebos De la Tierra, a zonas lejanas (En donde luego fundarían
Julio: vuelvo a escribirte ahora,… En este oficio amargo de recordar… Llena de estragos hondos y un sino… La que dejó mi vida tendida en su… Izando hasta su cielo las sombras…