El juego de las máscaras (o El arder de las nimiedades)
Poema II - Poemario "El juego de las máscaras (o El arder de las nimiedades)"
II
Estoy vacía.
Y este vacío no es más
que un enorme cielo inhabitable.
Una selva perenne impenetrable.
Una mano extendida desde años luz que,
fehacientemente,
no llega.
Soy lejana
como las esperanzas prometidas.
Estoy vacía.
Y este vacío se parece a la oscuridad inmensa
de la noche larga.
A un destierro obligado.
A una salvación fuera de tiempo.
Mi alma tambalea
porque el cuerpo que se me ha asignado sufre.
Esto, querido lector,
es lo que me ha tocado.
¿Ha pensado Ud. en estas cavilaciones?
Este cuerpo mío es sacro,
pero habitarlo me duele.
No esperen demasiado de mí.
Mi esperanza ha cerrado sus puertas.
Ha dicho:
“Sigue tú.
Yo esperaré a un lado”.
He dado lo que podía.
Continue Ud.:
Luego lo oriento.