Prosiga el caballero su camino,
Agravios desfaciendo con su lanza.
Todo noble tesón al cabo alcanza
Fijar las justas leyes del destino.
Cálate el roto yelmo de mambrino
Y en tu flaco rocín altivo avanza.
Desoye al refranero Sancho Panza
Y en tu brazo confía, y en tu sino.
No temas la esquivez de la fortuna
Si el caballero de la blanca luna
Medir sus armas con las tuyas osa
Y te derriba por contraria suerte.
De Dulcinea, en ansias de tu muerte,
Di que siempre será la más fermosa!