#Costarricenses #Mujeres #SigloXX
Oh don, oh don de sí, tu pelo, albo discurso, designio azul, futuro de jacinto.
Si pudiera abrir mi gruesa flor para ver su geografía íntima, su dulce orografía de gruesa flor: si pudiera saltar desde los ojos para verme, abierta al sol,
¿Te acuerdas, Louis Armstrong, del día en que viajamos por un cor… que amábamos hasta la muerte? ¿Recuerdas la onomatopeya que no s… y que nos dio un trono de un solo…
Tu mano en que desdoblan ruiseñore… su pálido desnudo, su ancho pecho de musgo coronado, es mano que abre al viento reclina… claro jazmín entre la sien oscura.
Altas proposiciones de lo estéril por cuyo rastro voy sangrando a me… y buscándome, palpándome, por detrás de la rosa edificada,
Porque en España ardía la voz, Ardía el vientre floral de la muje… encinta con el mundo, Ardía la arteria triste desnuda Ardía el humus conciso de los homb…
Ven Amado Te probaré con alegría. Te soñaré conmigo esta noche. Tu cuerpo acabará
Al borde de alegres segadores tiem… y ofrece para el orden del labio c… dulce rumbo crecido de preñadas ma… y agraria transparencia, dulcement… El trigo coronado de apretada espe…
Pregunté a las mujeres del campo por el Hombre; Pregunté a la mujer cuya insepulta frente deteníase al cabo de su niño infecundo
Tus brazos como blancos animales nocturnos afluyen donde mi alma suavemente g… A mi lado, como un piano de plata profunda
Lo sigo, lo precedo en la voz porque tengo, como el humo en despoblado, vocación de acuarela.
Amado en cuyo cuerpo yo reposo, cómo será tu sueño cuando yo te he buscado sin hallar… Oh,
Tal como flor que sale y es cortada, Con la piel por donde huye la risa de los niños, Y llena hasta los muslos
Estoy sola, muy sola, entre mi cintura y mi vestido, sola entre mi voz entera, con una carga de ángeles menudos