Cargando...

Imaginar

Me diste el poder bendito
El poder de la imaginación
Despertaste en mi carne lo que siempre me avergonzó
Te acaloraba que te piense!y yo tan tibio!
Nunca serví para ser Amo
Mucho menos ante semejante reino
 
Pero ahora estoy, tirado en mis ramas
Calentando mi fogata con un fuego de ilusión
Oliendo tu carne sin haberla conocido
Y mal interpretando tus privados ojos
 
Tan mal me siento con esto
Tan mal estoy
Qué ruego olvidarte
Aún teniendo tu perdon

Otras obras de Fabri...



Top