Titulo:  “Me enamoré de un fantasma”
Soy todos los días en los cuales decides ignorarme, soy también.
La pintura y caricatura en tu cuaderno, el sueño no compartido,  y tienes la inseguridad como tu arma, y aunque no te vea, ni sienta tus latidos en mi oreja, cupido hizo lo suyo.
Quizás no fue cupido y fuiste tú, con tu silencio, con tus detalles, con tus caricias y preocupación silenciosa, que no te dicen nada, solo a veces te arropa, pero debo decir que ese ser, a estas alturas, es un fantasma del que me enamoré y sigo enamorado.
Y ahora solo vivo del recuerdo preciado que me brinda la memoria todos los días cuando me despierto. Y que me despierto y pienso en tí y que me duermo pienso en tí, tanto que a veces, casi siempre te sueño despierta, viva y conmigo.
Tu piel blanca, tus manos y dedos, tus pies y tu cabello,
todo para mi es un arcoíris de recuerdos, pero ya no estás y quizás es tiempo ya de aceptar, que los fantasmas se llevan en el corazón y nada más.
Tu voz no me toca, tu piel no me toca, tus besos no me tocan y mírame, yo estoy congelado y tu muerta... Y te amo!
No recordaras cuando me dijiste: “Cada minuto que pasa, es otro momento más para cambiarlo todo a tu alrededor”.  Pues siento que todo cambia quieras o no, porque te plante conmigo y ahora no estás.
Puedes querer de muchas maneras, pero nunca serías considerado en el gremio si no pasas la prueba, que es el enamorarse de un fantasma, y regalarle a pesar de su inexistencia física, tus madrugadas, tus palabras que no leerá.