La mujer imaginaria
Tributo al gran poeta Chileno Nicanor Parra
Mi mujer imaginaria vive en un mundo imaginario, con hojas secas imaginarias, que pisa de vez en cuando.
Camina por el parque imaginario, donde guía con su mano cálida imaginaria, los pasos solitarios imaginarios de su hombre imaginario.
Ella vive en una casa imaginaria, que sueña en ciertas noches no sabiendo que en ocasiones no es tan imaginaria.
Tiene ojos hermosos como estrellas, un pecho blanco como la nieve imaginaria, tiene un corazón que todos creerían que es imaginario, pero no lo es.
Tenemos charlas imaginarias, en donde hablamos de amores imaginarios, palabras imaginarias y hasta sensaciones imaginarias.
Tiene hijos imaginarios, un perro imaginario y viajes imaginarios, inseguridades imaginarias, canciones imaginarias que le canta a su hombre imaginario.
Mi mujer imaginaria ama de manera imaginaria, llora lágrimas imaginarias, que luego se secan con besos imaginarios.
Mi mujer imaginaria conoció el amor imaginario a través de sueños imaginarios, en donde ella era feliz de manera imaginaria.
Le llevé flores imaginarias, le pinte un cielo imaginario, lleno de estrellas imaginarias con fondos de montañas imaginarias y todo esto se lo regalé en un amanecer imaginario.
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