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El corazón, Que tenía en la escuela Donde estuvo pintada La cartilla primera, ¿Está en ti,
Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables. Cuando sale la luna,
El remanso del aire bajo la rama del eco. El remanso del agua bajo fronda de luceros. El remanso de tu boca
Yo decía: “Tarde” Pero no era así. La tarde era otra cosa que ya se había marchado. (Y la luz encogía
Cuernos de oro y ojos verdes. Sobre el acantilado, en tropel gigantesco, ilustran el azogue
La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice.
Las gentes iban y el otoño venía. Las gentes iban a lo verde. Llevaban gallos
Sábado. Puerta de jardín. Domingo. Día gris. Gris.
Nadie comprendía el perfume de la oscura magnolia de tu vientr… Nadie sabía que martirizabas un colibrí de amor entre los dient… Mil caballitos persas se dormían
En la torre amarilla, dobla una campana. Sobre el viento amarillo,
¡Fita aquel branco galán, olla seu transido corpo! É a lúa que baila na Quintana dos mortos. Fita seu corpo transido,
Cirio, candil, farol y luciérnaga. La constelación de la saeta. Ventanitas de oro
Los días de fiesta van sobre ruedas. El tío-vivo los trae, y los lleva. Corpus azul.
Mi corazón oprimido Siente junto a la alborada El dolor de sus amores Y el sueño de las distancias. La luz de la aurora lleva
¡Alto pinar! Cuatro palomas por el aire van. Cuatro palomas vuelan y tornan. Llevan heridas