Fábula
#Españoles #Fábula #SigloXVIII
Vivía en un granero retirado un reverendo búho, dedicado a sus meditaciones, sin olvidar la caza de ratones. Se dejaba ver poco, mas con arte;
Cierto Burro pacía En la fresca y hermosa pradería Con tanta paz como si aquella tier… No fuese entonces teatro de la gue… Su dueño, que con miedo lo guardab…
Asustadas las liebres de un estrue… echaron a correr todas, diciendo: «A quien la vida cuesta tanto sust… la muerte causará menos disgusto.» Llegan a una laguna, de esta suert…
Salió cierta mañana Zapaquilda al tejado con un collar de grana, de pelo y cascabeles adornado. Al ver tal maravilla,
El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña isla inhabitada. El estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horiz...
Marramaquiz, gran gato, De nariz roma, pero largo olfato, Se metió en una casa de Ratones. En uno de sus lóbregos rincones Puso su alojamiento;
Una fresca mañana, En el florido campo Un Poeta buscaba Las delicias de mayo. Al peso de las flores
A la sombra que ofrece un gran peñón tajado, por cuyo pie corría un arroyuelo manso, se formaba en estío
Un burro cojo vio que le seguía un lobo cazador, y no pudiendo huir de su enemigo, le decía: «Amigo lobo, yo me estoy muriendo; »me acaban por instantes los dolor…
Un milano después de haber vivido con la conciencia peor que un fora… enfermó gravemente. Supuesto que el paciente ni a Galeno ni a Hipócrates leía,
Dos ranas que vivían juntamente, En un verano ardiente Se quedaron en seco en su laguna. Saltando aquí y allí, llegó la una A la orilla de un pozo.
Un Herrero tenía un Perro que no hacía sino comer, dormir y estarse echad… de la casa jamás tuvo cuidado; levantábase sólo a mesa puesta;
El tiempo, que consume de hora en… los fuertes murallones elevados, y lo mismo devora montes agigantados, a un raposo quitó de día en día
«¡Ah! ¡quién fuese Caballo! Un Asno melancólico decía; Entonces sí que nadie me vería Flaco, triste y fatal como me hall… Tal vez un caballero
Lloraban unos tristes pasajeros viendo su pobre nave combatida de recias olas y de vientos fieros… ya casi sumergida, cuando súbitamente