planeta errante
naciste una vez
y caminaste dos veces
por el camino oscuro
que nos devuelve al mundo
andabas por la luz
extendiendo tus manos
atravesando los cuerpos
sin piedad
hurgando en cada alma
que acompañara tu paso
mientras marcabas en el suelo
un camino
—inalterable—
con los pedazos de tu risa
tu cuerpo cansado del milagro diario
abandonó tímidamente
este mundo
y ahora andas
desorbitado y libre
como un planeta errante
quizás hasta vas a estar
esperándome
en el nido frío de los astros
y yo
que habré vivido
con la misión de encontrarte
después de la muerte
vaciaré todas mis lágrimas
y juntos
las veremos marcharse
observaremos sonrientes
aquellos destellos
del dolor congelado
y sonarán por siempre
nuestras risas
en la más pura inmensidad
del silencio eterno.
