Amor mío, permanece siempre...
Siempre sonriente, siempre compleja, siempre tú...
Permanece en mi vida y en mis sueños...
En mi mente y mi corazón...
Permanece...
Con la suavidad de tus labios y el rojo brillante de tu cabello...
Permanece... a la luz de las velas...
Dibujando tu sombra en mis miedos...
En el infinito existir...
En el indescifrable devenir...
En la incógnita de lo que será, fue y es...
Permanece...
En los segundos que hemos sido y en los que no...
En el recuerdo de lo vivido y en la ausencia de lo que no...
En el amor de aquel 4 de abril...
Y en la distancia de aquella luna de Septiembre...
Permanece...
En los momentos bellos y tristes...
En los besos y lágrimas...
En las caricias desenfrenadas...
Quédate, no lo dudes...
Pues se ha formado una vida sobre la vida...
Desde el microsegundo que ocupaste para cruzarte en mi existencia...
Abrázame y dejemos que el tiempo se desvanezca...
Que las voces y miradas nos cubran...
Que los años marquen nuestros rostros...
Que nuestros pasos se vuelvan lentos...
Permanece... A mi lado...