A todos los poetas
Hay en mi calor o en mi color un no sé que que se ha ido. Es para los olvidados
Huir de esta realidad ajena huir con alas de Ángel huir hacía el abismo o hacía la luz colmado de penas ajenas
Hallare tu nombre bajo las piedras del mar, junto a las olas que se golpean entre ellas. Seré el cómplice y vidente
No te detengas cree en ti no mires el pasado ni el dolor que estuvo ahí Camina o arrastrate
Sobre el cielo oscuro a las tres de la mañana. Sobre tu cuerpo desnudo que la brisa emanaba. La otra noche fue un triunfo.
Nublada noche se cobija la luna vendrá mañana
Sufro porque te amo sufro a ratos: cortos largos... El amor lo sufro
Mascara de la noche, velo secreto que oculta mi rostro. Inocente, inasible e inocuo. ¡Oh!, déjame ver tu esplendor. Libera en mi el deseo y la impacie…
He nacido no del viento del suelo comprendo tu dolor porque yo soy dolor por dentro. La flor que se ha marchitado
Hoy no escribí poesía pero igual este es un poema. Hoy estoy tirado en el suelo viendo a las mariposas que vuelan. Con ellas el invierno viene
No se puede ser feliz sin ninguna compañía yo sé de las tristezas y de las noches frías Sé de flores y de estrellas
Desde el sol sublime de occidente me llamó. A través de un sueño se mostró ante mí y me sentí pleno… Danzo en mi sueño profundo
Y ahora me besas, el río me toca, cae desde mi cuello, es tu boca. Tu cabello se enreda,
Ven Mírame escúchame o escucha mis palabras ahora olvidame
Recorre el cielo oscuro, la noche más larga. Las estrellas al noroeste no las vuelvo a ver. La luna, detrás de la montaña,