Este haiku crea una atmósfera cargada y evoca una sensación de presencia espiritual al asociar los cipreses con las sombras de los muertos que vigilan. Aquí tienes un análisis más detallado:

Son los cipreses: La elección de los cipreses es significativa, ya que en muchas culturas, estos árboles están asociados con cementerios y simbolizan la muerte y la eternidad.

Las sombras de los muertos: Esta línea introduce la conexión directa entre los cipreses y los fallecidos. La sombra se asocia comúnmente con lo etéreo y lo espiritual, sugiriendo la presencia de almas o energías más allá del plano terrenal.

Que nos vigilan: La última línea añade un elemento de observación y vigilancia por parte de estas sombras. Este detalle puede evocar una sensación de conexión entre los vivos y los muertos, así como una sensación de ser observados o protegidos.

En conjunto, el haiku crea una imagen poderosa y misteriosa de los cipreses como guardianes de las sombras de los muertos. La conexión entre la presencia de los cipreses y la vigilancia de los muertos transmite una sensación de espiritualidad y conexión entre los mundos.