Cargando...

El indito

Óyeme, mamacita,
a que no te imaginas,
a que no me adivinas,
lo que tu indito te trae aquí.
 
Son nada más dos cosas:
un beso pa’ tu frente
y unas fragantes rosas
que por la fuente te fui a cortar.
 
Un grillito me pregunto:
“si quieres, indito, te las corto yo.”
Y entonces dije que no,
pues si alguien las corta
nomás seré yo.
 
De las flores del campo
de traje las más bellas,
pero entre todas ellas
la más bonita sólo eres tú.
 
Un burrito me preguntó:
“ si quieres, indito, te las llevo yo.”
Y entonces dije que no,
pues si alguien las lleva
no más seré yo.
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Francisco Gabilondo Soler...



Top