La locura más razonable
De las colinas frenéticas de Silent Hill
salieron airosas
las mantarrayas de Cesar
No mueras Francisco Villalta
aun quedan películas por ver
Y del poto de Andrea
salen burbujas violaceas
No podemos ver Tiktok
los chinos se están revolcando
con los haitianos
La realeza persa se está masturbando
en un vaivén de suicidios
y conglomeraciones empresariales
La locura más razonable
duerme en las tarjetas de crédito
y las piezas de ajedrez
Préstame mil dólares
te los devuelvo mañana a primera hora
después del breakfast room
