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Francisco Pino

Francisco Pino (Valladolid, 18 de enero de 1910 - íd., 2002), poeta español.

Francisco Pino (Valladolid, 18 de enero de 1910 - íd., 2002), poeta español.

Perteneciente a una importante familia burguesa, nunca se interesó por los intereses económicos familiares y, por el contrario, apoyado por su madre, mujer muy culta y buena lectora, se inclinó por el camino intelectual. Tras pasar por el Colegio de Lourdes de Valladolid, comenzó en 1927 la carrera de Derecho en la Universidad de Valladolid. en 1927 conoce a Jorge Guillén, cuyo Cántico le influirá en su primera poesía junto la vanguardia creacionista. Al año siguiente funda en Valladolid, junto a José María Luelmo, Arroyo y Juan R. Ribó, la revista poética Meseta. Viaja a Francia en 1930 y allí cursa estudios de Filología Francesa y se involucra en el movimiento surrealista, después funda DDOOSS (1931), año en que se licencia en Derecho. En 1933 marchó a estudiar inglés y Ciencias Económicas en la Universidad de Londres; en Inglaterra revive su interés por el Catolicismo y funda la revista A la nueva ventura (1934); regresa a España en 1935 para matricularse en la Universidad Central de Madrid.

Al finalizar la Guerra Civil, durante la cual sufrió traumáticas experiencias, vivió una especie de activo exilio interior en su casa modernista en el Pinar de Antequera (Valladolid), en compañía de su esposa, entregado a elaborar su obra poética, fiel a la Vanguardia histórica y poco publicitada, de la que dan fe unos setenta títulos que contienen su poesía experimental, visual y religiosa. De esta actividad da fe que fundó y dirigió no menos de nueve revistas de poesía: Meseta (1928), Ddooss (1931), A la nueva ventura (1934), Cancionero (1941), Mejana (1965), Carpetas amarillas (1971), Carpetas blancas (1975), Carpetas grises (1976), Carpetas verdes (1978). En 1989 recibió el Premio de las Letras de Castilla y León y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas de Madrid. La Academia Castellano Leonesa de Poesía le entregó en el año 2000 un premio por el conjunto de su obra y en abril de 2002, pocos meses antes de su muerte, publicó su último libro Claro decir, Canto a la vejez. En los tres volúmenes de Distinto y junto. Poesía completa (1990), cuyo título alude a un verso de Fray Luis, se halla la edición de su poesía hasta 1990, en documentada edición a cargo de Antonio Piedra.

En 1989 recibió el Premio Castilla y León de las Letras; en 1993 el Premio Provincia de Valladolid por su trayectoria literaria; en 1999 fue homenajeado en las Primeras Jornadas de Poesía Iberoamericana y al año siguiente fue nombrado Hijo Predilecto de Valladolid, la Academia Castellano Leonesa de Poesía le entregó un premio por el conjunto de su obra y obtuvo el Premio El Norte de Castilla por su trayectoria literaria.

Escritura

La poesía de Pino se mantuvo fiel a las Vanguardias: poesía gráfica que incluye poemas fotográficos y tipográficos, cartelas y mosaicos. Francisco Pino inició su vida literaria como fundador y colaborador de las revistas Meseta (1928-29), DDOOSS (1931) y A la nueva ventura (1934), donde realizó una intensa labor surrealista. Jorge Guillén, Federico García Lorca y Rafael Alberti fueron algunos de los colaboradores de estas revistas.

Durante la guerra civil comienza una serie de poemas amorosos que publica en 1942 bajo el título de Espesa rama. En 1957 publica Vuela pluma, bajo la influencia juanramoniana, en 1966 reúne su poesía religiosa en Cinco preludios. En 1969 aparece el último libro de esta etapa, Textos económicos. Continúa en 1970 con uno de los libros claves de la poesía experimental española, Solar, al que le siguen Poema (1972), Hombre, Canción (1973), Octaedro mortal o reloj de arena (1973), formando lo que el autor denomina Agujeros para la poesía.

 El crítico Antonio Piedra reunió en 1994 su obra vanguardista en la colección Siyno sino. El poeta y profesor de literatura Mario Hernández define a Francisco Pino como «poeta que ha asumido con voluntaria decisión las contradicciones históricas que marcan a los miembros de la llamada generación del 36, haciéndose él mismo depositario conflictivo de unas herencias y de su repudio o superación por una vía irónica o experimental».

Obras

Lírica

Espesa rama, M., Gráficas Sánchez, 1942.
XXXV canciones del sol, Valladolid, Gesper, 1952.
Versos religiosos, Valladolid, Sever-Cuesta, 1954.
El caballero y la peonía, Valladolid, Miñón, 1955.
El pájaro y los muros, Valladolid, Miñón, 1955.
Vida de San Pedro Regalado, sueño, Valladolid, Meseta, 1956.
Vuela pluma, Valladolid, Sever-Cuesta, 1957.
Las raíces y el aire, Valladolid, Sever-Cuesta, 1958.
Pet, poema, Valladolid, Sever-Cuesta, 1959.
Este sitio, Valladolid, Sever-Cuesta, 1961.
San José, preludio, Valladolid, Sever-Cuesta, 1961.
Alegría, Valladolid, Sever-Cuesta, 1964.
Camino de la cruz, Valladolid, Sever-Cuesta, 1965.
Más cerca, Valladolid, Sever-Cuesta, 1965.
Cinco preludios, Valladolid, Sever-Cuesta, 1966.
Concierto de la virgen joven, Valladolid, Sever-Cuesta, 1967.
Vía Crucis, Valladolid, Sever-Cuesta, 1967.
Concierto del niño verdadero, Valladolid, Sever-Cuesta, 1968.
Desamparo, Valladolid, Sever-Cuesta, 1968.
Concierto de los Reyes Magos, Valladolid, Sever-Cuesta, 1969.
Las ausencias, Málaga, Librería Anticuaria El Guadalhorce, 1969.
Solar, Valladolid, Sever-Cuesta, 1969.
Textos económicos, Valladolid, Librería Relieve, 1969.
15 poemas fotografiados (diapositivas), Valladolid, Impr. Ambrosio Rodríguez, 1971.
Concierto de la virgen vieja, Valladolid, Sever-Cuesta, 1971.
Poema, Valladolid, Sever-Cuesta, 1972.
Revela velado, Valladolid, Impr. Ambrosio Rodríguez, 1972.
Cinco conciertos de Navidad, Valladolid, Sever-Cuesta, 1973.
Hombre, canción, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1973.
Octaedro mortal o reloj de arena, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1973.
Bloques, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1974.
La salida, Carboneras de Guadazaón, El toro de barro, 1974.
Ocho infinito (8 postales), Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1974.
Terrón, cántico, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1974.
Oes, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1975.
El júbilo: la última sílaba, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1976.
*Realidad, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1976.
Ventana oda, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1976.
Algo a Jorge Guillén, Valladolid, Impr. A. Rodríguez, 1977.
Antisalmos, M., Peralta, 1978.
Nada más que mirar, M., Entregas de la Ventura, 1980.
Desnudos, Valladolid, Gráficas Andrés Martín, 1981.
Méquina dalicada, M., Hiperión, 1981.
Siete silvas, Valladolid, Balneario escrito, 1981.
Vuela pluma, seguido de Versos para distraerme, M., Editora Nacional, 1982.
Cuaderno salvaje, M., Hiperión, 1983.
En no importa que idioma, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1986.
Así que, M., Hiperión, 1987.
Hay más, M., Hiperión, 1989.
Distinto y junto, Valladolid, Consejería de Cultura, 1990 (Poesía completa; 3 vols.; edición; prólogo y notas de Antonio Piedra).
Apremio de una sirena, Velliza, El gato gris; Ediciones de poesía, 1992.
Y por qué, M., Hiperión, 1992.
Syino Sino. Poesía cierta mente ciertamente, Valladolid, Fundación Jorge Guillén, 1995 (3 vols. Poesías completas. Introduc. de Antonio Piedra).
Tejas: lugar de Dios, Poema, Azul, Valladolid, 2000.
Claro decir, B., Lumen, 2002.
El pájaro enjaulado. Poema en treinta y dos cantos y una poetura del lorito en su jaula, Valladolid, Azul, 2002.

Otros

Vía crucis (1965). Prosa religiosa.
Invisibilidad de Castilla (1969). Conferencia.
Hacia la poesía (1972). Conferencia.
Discurso leído en el Ateneo con ocasión del homenaje a la revista "Meseta" en el cincuentenario de su nacimiento (1978). Discurso.
"Castilla y los cinco sentidos", en PÉREZ, Federico, Castilla, libro del milenario de la lengua (1979). Artículo.
"Prólogo" a ALEJO, Justo, El aroma del viento (1980). Prólogo."Hacia la poesía", revista Llanuras, núm. 3 (1983). Artículo.
Discurso leído en el Ateneo con ocasión de su nombramiento como socio de honor del mismo (1984). Discurso.
Pregón de la Semana Santa de 1957, en AAVV, Pregones de Semana Santa (1948-1983) (1984). Discurso.
Sobre la manifestación y el último lenguaje en poesía (1985).
En no importa qué idioma (1986).
"El premio en su fiel", Culturas (suplemento de Diario 16), núm. 255, 5 de mayo de 1990. Artículo.
"Sobre San Juan de la Cruz", Artes y Letras (suplemento de El Norte de Castilla), 14 de diciembre de 1991. Artículo.
"Nebrija y los Reyes Católicos a través de mis versos", Artes y Letras (suplemento de El Norte de Castilla), núm. 189, 1992. Artículo.
"Última carta a Jorge Guillén", Culturas (suplemento de Diario 16), núm. 379, 16 de enero de 1993. Artículo.
"Tres detalles quedan", Revista de Occidente, núm. 144 (mayo de 1993).
"Traducción infiel de 'Cántico de las columnas', de Paul Valéry", revista Pavesas. Hojas de poesía, núm 10 (1997). Traducción.
Traducción infiel de "El cuervo" de Edgar Allan Poe (1997). Traducción.
Discurso leido en el Ayuntamiento de Valladolid, en conmemoración del centanario de la imprenta Ambrosio Rodríguez. (1998)
Presentación del libro "desde el escaparate de Ambrosio Rodríguez 1898-1998"
Del sentimiento de academia en los poetas (1998). Discurso.

Referencias

Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Pino


Poética del hueco


por Jorge Fernández Gonzalo

Francisco Pino es uno de esos poetas poco leídos, raros, de nuestra lírica, que esconden, sin embargo, más de una joya bajo el silencio de su trayectoria poética. Pino, como Jaime Gil de Biedma, soñó con hacerse literatura, y toda su obra supondrá el intento por desaparecer a través de la desviación que propone todo lenguaje, mediante la pátina de la palabra poética, bajo la fragmentación y hollado de la subjetividad.

Un poeta anónimo

Pino no es sólo un poeta desconocido, sino que casi roza lo anónimo. “Mi deseo –dirá el autor– sería ser un poeta biológicamente y hasta antropológicamente desconocido. Que mi verso, mi cuerpo humano y mi vestido, toda mi apariencia fuese anónima”. Frente al maremagno de certámenes, galas y presentaciones de libros del panorama literario, Pino propone un sujeto poético mallarmeano, esto es, desapareciendo gracias a la escritura, destruyéndose al mismo tiempo que se escribe el texto.

Autores como Foucault, Barthes o Blanchot han hablado de esa muerte del autor. Pino, en esta misma línea, llegará a decir en un poema: “¿Habrá algo más hermoso que quedar sin huellas?”. El yo poético se eslabona como hueco, como carencia que toma forma en las estriaciones de la palabra poética sobre el papel o en los juegos caligramáticos, recortes de prensa y otras “poeturas”, como definió el poeta a sus propias perversiones literarias. Entonces, la escritura no consistirá en establecer el relato de un yo, sino la fragmentación del sujeto moderno: “He deseado ser carne de olvido, no saber de mi existencia actual histórica”.

De ahí cierta admiración por todo aquello que desaparece. “Todo lo que desaparece se me antoja vivo y hermoso”, será uno de los esclarecedores versos de Pino.

Una poética del hueco

Pino nos propone una poética del hueco. Al igual que Mallarmé hablaba de los grandes agujeros azules que hacen maliciosamente los pájaros, o como unas palabras de Artaud (“Existe un agujero sin marco / que la vida quiso enmascarar”), Pino habla continuamente de agujeros en su poética, formas por donde la presencia se escapa, ruptura con la subjetividad plena, con los grandes relatos que configuran el yo. El agujero es, para nuestro autor, el territorio de la palabra poética, su destino, su apuesta ontológica.

Antonio Piedra, el más importante estudioso de la obra de Francisco Pino, definirá la función de las oquedades en Francisco Pino: “concretando. ¿Qué sería el agujero para Pino? Un principio activo por el que la intangibilidad poética, en los márgenes de la nada, totaliza el perfil de la materia convirtiéndose en experiencia beligerante y creadora”.

Las palabras y el yo tienen en la poesía de Pino esa secreta filiación con la oquedad. Oquedad ontológica, hueco del ser, que identifica la vida con la fragmentación y la poesía con esa búsqueda de lo fragmentario, con ese reconocimiento del olvido. Quizá por ello algunos de los poemas más memorables de Pino, los Antisalmos, en donde la materia poética se adelgaza hasta casi lo imperceptible, con efectos de poesía espacial, versos entrecortados, blancos en primera línea de visión, etc., que hacen de la palabra de Pino un intento por evadirse, por borrar el lenguaje y a sí misma, y, como esa nube de sus poemas, ofrecernos la belleza de su desaparición.

Referencias

http://elrincondelperromugre.blogspot.com.es/2011/07/francisco-pino-antologia-poetica.html




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