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Quedó en mis manos un jirón de encaje

SONETO

Quedó en mis manos un jirón de encaje;
te escapaste de mí como una sombra,
mas al huir, se te enredó el ropaje
y rodaste de espaldas por la alfombra.
 
Te curvé bajo el yugo de mis brazos,
y de mis dientes la caricia ruda
rasgó cendales y deshizo lazos,
hasta dejar tu castidad desnuda.
 
Y allí, sobre la alfombra, entrelazados,
las sombras como hiedras agitadas,
nuestras bocas rampantes y lascivas.
 
confundidos en un bárbaro grito,
resucitamos el antiguo mito
del amor, en las selvas primitivas.

#EscritoresEspañoles Francisco Villaespesa

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