Gabo Velarde

Malas noches, Carolina.

 
 
 
Las tardes siguen siendo tuyas,
aún vives en esta habitación.
Todos los días despierto feliz de que tu fantasma me haya visitado. Toma mucho dejarlo (dejarte) ir.
 
Anoche me preguntaba ¿qué tal lo estás pasando?
A veces me llego a preguntar ¿aún piensas en lo que fue?
 
Esos días de verano en los que nos sentíamos uno al otro,
en aquellos días en los que me revivías
 
 
Y por si tienes una duda... no, no te he necesitado (demasiado).

No busco que esto sea del agrado de nadie, solo busco compartirlo con quien pueda leerlo. Es quizá solo algo para dejarme llevar un rato.

Gracias por la atención




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