#Españoles #SigloXX
EL enjambre del pueblo. La explos… La luz organizada de las guerrilla… Tu ejemplo está estampando miles d… La columna vertebral de tu Améric… Vamos a convertir el odio en energ…
Con cambiarte de traje, te cambio… (No adivinas mi angustia. No sé c… Si te revuelvo el pelo tú ríes loc… mientras a mí me duele sentirte ta… Tanto puedo variarte que no sé ya…
En el fondo de la noche tiemblan l… La luna es un grito muerto en los… Con su nimbo de silencio pasan los sonámbulos de cabeza de… pasan como quien suspira,
Pasarán gaviotas veloces, altas ga… sobre casas de cristal, terrazas d… donde muchachas blancas tocan los pianos de cristal. Pasará una brisa de algas y mar
Más allá del pecado, indecible, te adoro, y al buscar mis palabras sólo encuentro unos besos. En el pecho, en la nuca,
Cuéntame cómo vives; dime sencillamente cómo pasan tus… tus lentísimos odios, tus pólvoras… y las confusas olas que te llevan… en la cambiante espuma de un blanc…
Mi vicio, mi locura, mi alegría, ¡todavía muchacha! Mi nunca suficientemente amada, cámbiame los ojos si así quieres, pónmelos de ira.
Amigo Blas de Otero: Porque sé q… y porque el mundo existe, y yo tam… porque tú y yo y el mundo nos esta… gastando nuestras vueltas como qui… quiero hablarte y hablarme, dejar…
Y la noche se eleva como música en… y las estrellas brillan temblando… y el frío, el claro frío, el gran frío del mundo, la poca realidad de cuanto veo y t…
Amanece inundando. Los pájaros cantores cierran los circuitos eléctricos d… ¡Es la belleza, es la vida! La cabeza se enciende como una bom…
Andrés, aunque te quitas la boina… y me llamas «señor», distanciándot… reprobándome —veo—que no lleve cor… que trate falsamente de ser un tú… que cambie los papeles —tú por tú,…
Vivir es fácil y, a veces, casi al… Esta tarde –mar, pinares, azul–, suspendido entre los brazos ligerí… y entre los tuyos, dulce, dulce mí… un ritmo palpitante me cantaba:
Son tus pechos pequeños, son tus ojos confusos, lo que no tiene nombre y no comprendo, adoro. Son tus muslos largos
Deseada, ¡tan suave!, confín donde resbalo. ¡Oh siempre un poco ausente, suspendida en la nada! ¿Son tus ojos dulces?
Cuando la Sexta Flota mancilla nu… pienso en Cuba. Cuando los reactores yankis nos pe… pienso en Cuba Cuando los invasores nos denuncian…