#EscritoresEspañoles (1976) Buenos buenas días, noches
En la alcoba sombría, Entre fríos basaltos, El vientre monumental y luminoso De una estatua de mármol. La lluvia adormecia los secretos
Levanta tu edificio. Planta un ár… Combate si eres joven. Y haz el a… Mas no olvides al fin construir co… lo que más necesitas: Una tumba, u…
Esas nubes amadas se hacen al fin… Si acaricio, doy forma y, en el azul, desnuda como una di… estás tú, sólo bella. Mas si viene la noche,
EL enjambre del pueblo. La explos… La luz organizada de las guerrilla… Tu ejemplo está estampando miles d… La columna vertebral de tu Améric… Vamos a convertir el odio en energ…
Con ternura, con paz, con inocenci… con una blanda tristeza o el cansa… que viene a ser un perro fiel que… estoy sentado en mi sillón y soy f… y soy feliz
Amanece inundando. Los pájaros cantores cierran los circuitos eléctricos d… ¡Es la belleza, es la vida! La cabeza se enciende como una bom…
La vida que murmura. La vida abie… La vida sonriente y siempre inquie… La vida que huye volviendo la cabe… tentadora o quizá, sólo niña travi… La vida sin más. La vida ciega
Salpicada de espuma, de salitre, desnuda, desde el mar, viene gritando: La vida, sí, la vida misma: ¡Un delirio por los prados!
Son tus pechos pequeños, son tus ojos confusos, lo que no tiene nombre y no comprendo, adoro. Son tus muslos largos
Deseada, ¡tan suave!, confín donde resbalo. ¡Oh siempre un poco ausente, suspendida en la nada! ¿Son tus ojos dulces?
La fatiga, la inmensa fatiga de los días repetidos. (Toda alegría supone algo de heroísmo.) Admirable enemiga,
La noche viene desnuda: senos de luna, guantes morados. Con los brazos en alto ya la estoy esperando.
Pececito esquivo, caballito que monto, delicia que no nombro, y quiero, quiero, quiero. Cuando te beso, acierto;
Cuando la Sexta Flota mancilla nu… pienso en Cuba. Cuando los reactores yankis nos pe… pienso en Cuba Cuando los invasores nos denuncian…
La vida es tan sencilla que se exp… se basta a sí misma. ¡Mira! Todo está hecho. Todo está… Nos basta aceptar o quizá —somos humanos—alabar