#Chilenos #Mujeres #PremioNobel #SigloXX (1924) Cuenta-mundo Ternura
Por lo denso y lo sombrío de nuestra Madre la Selva, pasan, pasan y repasan como gnomos que la peinan, unos golpes de color,
Ella se me volvió una larga y sombría posada; se me hizo un país en que viví cinco o siete años, país amado a causa de la muerta, odioso a causa de la volteadura de mi alma en una larga...
La bruma espesa, eterna, para que… me ha arrojado la mar en su ola de… La tierra a la que vine no tiene p… tiene su noche larga que cual madr… El viento hace a mi casa su ronda…
Ya en la mitad de mis días espigo esta verdad con frescura de flor: la vida es oro y dulzura de trigo, es breve el odio e inmenso el amor… Mudemos ya por el verso sonriente
Cruz que ninguno mira y que todos… la invisible y la cierta como una… dormimos sobre ti y sobre ti vivim… tus dos brazos nos mecen y tu somb… El amor nos fingió un lecho, pero…
Los astros son ronda de niños, jugando la tierra a espiar... Los trigos son talles de niñas jugando a ondular..., a ondular... Los ríos son rondas de niños
Una casa va naciendo en duna californiana y va saltando del médano en gaviota atolondrada. El nacimiento lo agitan
Haremos fuego sobre la montaña. La noche que desciende, leñadores, no echará al cielo ni su crencha d… ¡Haremos treinta fuegos brilladore… Que la tarde quebró un vaso de san…
En esta hora, amarga como un sorbo… Tú sosténme, Señor. ¡Todo se me ha llenado de sombras… y el grito de pavor! Amor iba en el viento como abeja d…
Entre los gestos del mundo recibí el que me dan las puertas. En la luz yo las he visto o selladas o entreabiertas y volviendo sus espaldas
Un pobre amor humillado arde en la casa que miro. En el espacio del mundo, lleno de duros prodigios, existe y pena este amor,
Es la noche desamparo de las sierras hasta el mar. Pero yo, la que te mece, ¡yo no tengo soledad! Es el cielo desamparo
En costa lejana y en mar de Pasión, dijimos adioses sin decir adiós. Y no fue verdad
En donde Chile cansado por fin de rutas y espacio quiere morir como todos, gacela, coyote o ganso, él empecinado aún
Si me dais una estrella, y me la abandonáis, desnuda ella entre la mano, no sabré cerrarla por defender mi nacida alegría. Yo vengo de una tierra