...apenas tenías 4 años –Y yo sin darme ni
cuenta– cuando empezó a suceder:
¡El cielo se tornó oscuro!, ¡La tierra se abrió bajo mis pies!, ¡El universo de luto
se puso por su desaparecer!
De entre mis brazos te arrancaron..., -¿De gente amiga tal pago?, ¡nunca creí
merecer!
¿Qué ente maligna?, ¿Qué seres
siniestros...?, ¿Raptan un ÁNGEL al
amanecer?
Aquí quedé solo, preguntando a gente de
bién, ¿Dónde está mí ÁNGEL...? ¡VOY
HA ENLOQUECER!
En esto, de pronto, se me acerco un ser...,
con voz serena me dijo:
“En tierras extrañas, ahí lo han logrado
¡ver!”.
(Continuará)