Gi Gudem

La presencia de un amor en la vida

Una daga, de hoja corta y afilada
Mata de cerca, con un cálido abrazo final
Indolora en apariencia, aunque precisa en sus extremos movimientos
Cortes suaves pero firmes, el nombre pasión lleva grabada
Va por la vida causando pasmos violentos, pero sutiles al mismo tiempo.
 
Turbada, la víctima espera
No hay sentido al vivir, sin antes haber dejado que esta me hiera
Por más que se niegue
La incapacidad de pensar con claridad se apodera
Un golpe fuerte en el pecho, un cambio drástico de ritmo
Así la presencia de esta, clamando un sacrificio de sangre tenue carmesí
 
Por la noche, puesta en mis rodillas y con la mirada al cielo
Pienso en cuando esta me apuñaló
Recordándole insólita y sin escrúpulos
Ese fresco día de septiembre
Dejando más de un rostro afligido y un inmenso pesar a su paso...
 
No todo es sufrimiento, la daga causa júbilo a quien lastima
Por un corto plazo, regocija a su víctima de pies a cabeza
La hace sentir segura y tranquila
Hasta llegar al punto crítico...
Una vez apuñalado el corazón, este queda inerte, eternamente.
Preferido o celebrado por...



Arriba