#Argentinos #SigloXX
Mis nervios desafinan con la misma frecuencia que mis primas. Si por casualidad, cuando me acuesto, dejo de atarme a los barrotes de la cama, a los quince minutos me despierto, indefect...
Y para acá o allá y desde aquí otra vez y vuelta a ir de vuelta y sin alie… y del principio o término del prec… hasta el extremo o medio o resurre…
Abra casa de gris lava cefálica y confluencias de cúmulos recuerdo… casa de alas de noche de rompiente… e hipertensos tantanes de impresen…
Solo, con mi esqueleto, mi sombra, mis arterias, como un sapo en su cueva,
Absorto tedio abierto ante la fosanoche inululada que en seca grieta abierta subsonr… abierto insisto insomne a tantas m… hacia un destiempo inmóvil de tan…
Buenas noches, lechuza. Me agrada la presencia de tus ojos… y ver pastar las sombras debajo de… Pero hay algo esta noche, desazonado,
Douarnenez, en un golpe de cubilete, empantana entre sus casas como dados, un pedazo de mar,
De pronto, sin motivo: graznido, palaciego, cejijunto, microbio, padrenuestro, dicterio; seguidos de: incoloro,
Las mujeres vampiro son menos peligrosas que las mujeres con un sexo prehensil. Desde hace siglos, se conocen diversos medios para protegernos contra las primeras. Se sabe, por ejempl...
Íbamos entre cardos, por la huella. La vaca me seguía. No quise detenerme, darme vuelta.
¿Que las poleas ya no se contentan con devorar millares y millares de dedos meñiques? ¿Que las máquinas de coser amenazan zurcirnos hasta los menores intersticios? ¿Que la depravación d...
El bermellón gritaba. Gritaba el verde nilo. El granate, el cobalto, el índigo gritaban. Del negro, al escarlata
La ciudad imita en cartón, una ciudad de pórfido. Caravanas de montañas acampan en los alrededores. El “Pan de Azúcar” basta para almibarar toda la bahía... El “Pan de Azúcar” y su ...
En lo alto de esas cumbres agobian… hallaremos laderas y peñascos, donde yacen metales, momias de alg… peces cristalizados; pero jamás la extensa certidumbre
La luna, como la esfera luminosa del reloj de un edificio público. ¡Faroles enfermos de ictericia! ¡Faroles con gorras de “apache”, que fuman un cigarrillo en las esquinas! ¡Canto hum...