Menos rodante dado deliquio sumo psíquico que mana de… sed viva encelo ebrio chupón

¡Se celebra el adulterio de María con la Paloma Sacra! Una lluvia pulverizada lustra La Plaza de las Verduras, se hincha en globitos que navegan por la vereda y de repente estallan sin...

Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puer…

Exigió que sus esclavos le escupieran la frente, y colgado de las patas de una cigüeña, abandonó sus costumbres y sus cofres de sándalo. ¿Sabía que las esencias dejan un amargor en la ...

Las chicas de Flores, tienen los ojos dulces, como las almendras azucaradas de la Confitería del Molino, y usan moños de seda que les liban las nalgas en un aleteo de mariposa. Las chi...

Entre un bosque de mástiles, y con sus muelles empavesados de c… Chioggia fondea en la laguna, ensangrentada de crepúsculo

¡Azotadme! Aquí estoy, ¡azotadme! Merezco que me azoten. No lamí la rompiente,

Corbière ¿por qué bajas los párpados? Ya sé que estás desnudo, pero puedes mirarme con los ojos t… Los días nos enseñan que la fealda…

Un zumbido de moscas anestesia la… El sol unta con fósforo el frente… y en el cauce reseco de las calles… deambula un blanco espectro vestid… Penden de los balcones racimos de…

Abandoné las carambolas por el calambur, los madrigales por los mamboretás, los entreveros por los entretelones, los invertidos por los invertebrados. Dejé la sociabilidad a causa de lo...

Las vertientes las órbitas han per… el olvido su máscara de tapir no v… el gusto el gusto el cauce sus eng… las fluctuantes paredes donde aman… su corola los muslos los tejidos l…

Abandoné las carambolas por el calambur, los madrigales por los mamboretás, los entreveros por los entretelones, los invertidos por los invertebrados. Dejé la sociabilidad a causa de lo...

Buenas noches, lechuza. Me agrada la presencia de tus ojos… y ver pastar las sombras debajo de… Pero hay algo esta noche, desazonado,

Allí están, allí estaban las trashumantes nubes, la fácil desnudez del arroyo, la voz de la madera,

Íbamos entre cardos, por la huella. La vaca me seguía. No quise detenerme, darme vuelta.