#Argentinos #SigloXX
La luna, como la esfera luminosa del reloj de un edificio público. ¡Faroles enfermos de ictericia! ¡Faroles con gorras de “apache”, que fuman un cigarrillo en las esquinas! ¡Canto hum...
La noche, navegando como ayer, como siempre, por aguas de silencio, de calma,
Los árboles filtran un ruido de ci… Caminos que se enrojecen al abraza… La vida aquí es urbana y es simple… Sólo la complican: Uno de esos hombres con bigotes de…
No sólo el fofo fondo los ebrios lechos légamos telúrico… y sus líquenes no sólo el solicroo
¡Azotadme! Aquí estoy, ¡azotadme! Merezco que me azoten. No lamí la rompiente,
sola Bella, tiene justo el grandor que queda bien, en la tela que pintan las inglesas. Isola Bella, con su palacio y hasta con el lema del escudo de sus puertas de pórfido: ¡Salones! ...
No soy quien escucha ese trote llovido que atraviesa mi… No soy quien se pasa la lengua ent… al sentir que la boca se me llena… No soy quien espera,
Los surtidores pulverizan una lasitud que apenas nos deja meditar con los poros, el cerebelo y la na… ¡Estanques de absintio
Y de los replanteos y recontradicciones y reconsentimientos sin o con sent… y de los repropósitos y de los reademanes y rediálogos i…
Y tú también quejido, inútil, extraviado, de tranvía ya loco
La hélice deja de latir; así las casas no se vuelan, como una bandada de gaviotas. Erizadas de manos y de brazos que emergen de unas mangas enormes…
Sombracanes pregárgolas sangrías canes pluslagrimales entre bastardos roces contelúricos… Ascuacanes ninfómanos pregono
Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana. Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos. Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas. Trote hueco ...
Me estrechaba entre sus brazos chatos y se adhería a mi cuerpo, con una violenta viscosidad de molusco. Una secreción pegajosa me iba envolviendo, poco a poco, hasta lograr inmovilizarm...
Todo, todo, en el aire, en el agua, en la tierra