Que desgracia, que tristeza, el palacio es fortaleza de López que así se blinda con temor y se deslinda. De la realidad, de lleno

Tiene colorido nombre, apellidos de renombre, una familia que la ama, Iris Kutzanda se llama. En un islote sagrado

Tengo derecho a expresarme, también a manifestarme, entre muchas otras cosas que, en el mundo, son gloriosas. Por este conducto exijo,

En el Club Pachuca, cuna que te educa, portereas con arte jugador baluarte. Arquero profuso

¡Amecameca, señores, es la feria de la nuez!, yo me voy con mis amores y regresaré después. A su Plaza, tan bendita,

Después de normal trayecto, del remanso circunspecto, Río “El Milagro” sigue curso con vigor retoma impulso. Bajando más la montaña,

Brota el sollozo sin fin de Colombia, Medellín, a Mónaco, el Principado, todo el orbe está enlutado. Murió Fernando Botero,

Xóchitl, mujer apreciable se ha vuelto presidenciable como indígena impetuosa, Senadora muy famosa. López, el vil “presidente”

De la vida te desprendes con tu música, instrumentos, “Más que nada” hay lamentos hoy te fuiste Sergio Mendes al cielo la fama extiendes

López es irracional factor divisor social, o somos ricos, “pudientes”, o somos pobres, “corrientes”. Así, expresa, sin barniz,

Falleció Alejandro Algara, ojalá me equivocara, se murió, nos abandona, su ser melodías no entona. Apesadumbrado Apolo

Del bienestar ciudadano buen índice es la cartera con dinero, nada austera, y que el gastar no sea vano en ese ejercicio sano