Resaca de realidad
Al “Emborrachaos”
Al...”Hay que estar siempre ebrios. Todo se resume a ello; esa es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del tiempo que nos rompe los hombros y nos inclina hacia la tierra, hay que embriagarse sin tregua... De vino, poesía o de virtud, como mejor les plazca, ¡Pero embriáguense!” de Charles Baudelaire...
¡Diosa inasequible a la que nunca podré alcanzar!
Eres todo lo que existe, más en ningún lugar te puedo hallar...
Tristes intuiciones, rayos tenues de luz en la oscuridad, simplezas que no atinan a acariciar tu inmensidad inmunda que destroza mi tranquilidad.
Realidad, estás allí, de ti no voy a huir, reina en cada recoveco de mis ansias, aunque yo sólo sea un singular mecanismo que aprendió a distorsionar.
Si de algo quiero tener resaca, por embriagarme en ello, es de “realidad”. Quiero hundirme en sus brazos y que sólo su compañía me acalore y haga ligero el caminar. Es la única respuesta no teñida de cobardía, de huida, de falsedad. Si la realidad te ahoga, sólo podrás salir ileso de ella embriagándote en sus efluvios un poco más. Que es tan compleja y tiene tantas vetas que es sólo cuestión de indagar, profundizar, rendirte a sus encantos y aprender a disfrutar.
El vino aturde, la poesía aletarga, la virtud engaña. La realidad es tan grande que hagas lo que hagas, siempre habrá de ella algo más, lo que no has visto, no has encontrado, en lo que no habías reparado... Y es la única vía de salida que veo valiente ante el peso siempre presente de los hechos que nos impactan y nos alejan del imaginado ideal. ¿Quién quiere un sueño aturdido y embriagado, limitado y absurdo, cuando puede tener mucho más por descubrir, en toda su complejidad?
Para Juan...
Deberes taller Baudelaire
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