Sin verte
Nada por aquí, nada por allá...
Si ya no me importas
las luces arden y el cielo crece
el azul suave vibra e inunda
los horizontes que meces.
Cuando no apareces
todo discurre como aquel río
dulce y poblado
con los matojos a los lados
con flores y peces
con piedras y chorros
con algas de meses.
Eres singularidad del destino,
erupción imprevista,
demonio en el bautizo,
cisne negro en el estanque.
Cuando cuajas arrastras lo conocido,
desnudando las cómodas mentiras
en las que me instalé a suspirar.
Eres ilusión oscura y pura,
canto absurdo en lejano idioma,
que destila ingenuidad.
Con tu música no puedo bailar
arrancaré de un solo gesto mis oídos
giraré adulterada
danzaré en la oscuridad apagada
hasta que ya no estés donde estás.
Triste obsesión ¡desvaneces!
deja lugar a magias nuevas
a las antiguas preciosas praderas
las que sé cultivar...
Sonríe en la lejanía
que estos ojos no susurren de nuevo
que allí estás...
Préféré par...
