Es un canto a la bandera, que alaba su gracia con una devoción auténtica, pura y llena de coraje.
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Olas de gordo aceite son mis días: pasan tan lentamente que no pasan. Los hombres a mi lado miran, pasan… lentos también como mis lentos día… El futuro está ahí, lleno de días,
¡Qué de cosas lejanas aún tan cerca, mas ya definitiva— mente muertas! La autoridad de voz abrupta
Vine en un barco negrero. Me trajeron. Caña y látigo el ingenio. Sol de hierro. Sudor como caramelo.
Cerca de ti, ¿por qué tan lejos ve… ¿Por qué noche decir, si es mediod… Si arde mi piel, ¿por qué la tuya… si digo vida yo, ¿por qué tú muert… Ay, ¿por qué este tenerte sin tene…
Sobre el duro Magdalena, largo proyecto de mar, islas de pluma y arena graznan a la luz solar. Y el boga, boga.
Una paloma cantando pasa: —¡Upa, mi negro, que el sol abrasa! Ya nadie duerme,
Quisiera hacer un verso que tuviera ritmo de Primavera; que fuera como una fina mariposa rara,
Caminando, caminando, ¡Caminando! Voy sin rumbo caminando, Caminando; Voy sin plata caminando,
¿Cómo estás, Puerto Rico, tú de socio asociado en sociedad? Al pie de cocoteros y guitarras, bajo la luna y junto al mar, ¡que suave honor andar del brazo,
He leído acostado todo un blando domingo. Yo en mi lecho tranquilo, mi suave cabezal, mi cobertor bien limpio,
Búcate plata, búcate plata, poqque no doy un paso má: etoy a arró con galleta, na má.
Sombras que sólo yo veo, me escoltan mis dos abuelos. Lanza con punta de hueso, tambor de cuero y madera: mi abuelo negro.
Como la nieve cae aquí, nieva también dentro de mí. (Verlaine con nieve, ¿no es así?) De ti me acuerdo –ya sin ti. ¿A qué llorar, me digo yo,
¡Ah, no penséis que su voz es un suspiro! Que tiene manos de sombra, y que es su mirada lenta gota lunar temblando de frío
No Cortés, ni Pizarro (aztecas, incas, juntos halando el… Mejor sus hombres rudos saltando el tiempo. Aquí, con sus… Aquí, con sus callosas, duras mano…