Ven querida alma, quiero contarte un cuento, o talvez es menos que eso, es solo una reflexión de un alma espejo que siente como tú.

Vamos por la vida mirando de frente, distraídos, con un presente listo e intacto.
vamos por la vida con tanto amor, porque solo podemos ver en los demás lo que nos habita. Es decir, toda la belleza y desastre que vemos y somos capaces de contemplar y adorar de los demás, es la misma que hay dentro de nosotros.

Sé que te entregas como si cada segundo se fuera corriendo, como si cada mirada después de parpadear no existiera nunca más y quisieras guardarla, retenerla porque es un tesoro.

Se que cuando ves un alma bailando, solo quieres tomar su mano, construyes un cuento perfecto de una palabra y ritmo, te haces dueño de la torre más alta y solo habitas ese reino, cierras las puertas las ventanas y solo dejas entrar la luz de esa estrella.

Pero déjame decirte, que es eso, una estrella, está allá lejana, ajena, eso que adoras es tu ilusión de verla llegar, de poder compartir la eternidad, pero la luz que ves viene de otro tiempo dispar, es solo tu ilusión la que la mantiene viva porque no estás viéndola a ella, estás viendo tu idealización sobre ella

Tomaste la foto y es la historia que recuerdas la que te cuentas a ti mismo cada noche y al amanecer, ese suspiro no es provocado por el diálogo realmente con ese ser, es provocado por tus ganas tan profundas de amar y ser amado, de entregarte desgarrando el alma y que la otra persona haga lo mismo.
Alma de fuego nos contamos historias para no dormir, por correr detrás del anhelo, de la idea. Alma de fuego por eso sentimos que la eternidad nos pertenece solo junto a esa persona que creemos es nuestra alma gemela.

Y quiero pensar que este rito no está mal solo y solamente si aprendemos a frenar, no dejes de respirar, recuerda que si bien cada segundo es irrepetible, debes aprender a mirar y disfrutar del diálogo, aprende a mirar profundamente de verdad a quien está enfrente. Detente frente a cada puerta que estás cerrando y ábrela para ver qué estás dejando realmente de ver, más allá de amar el amor, mira a los ojos a quien quieres que llene tu eternidad en el momento y pregúntate, estoy viendo realmente su mirada o es mi mirada reflejada en su ser, estoy escuchando sus palabras o las estoy haciendo canción y repitiendo una y otra vez. Estoy conociendo como es su forma de ser a cada paso o me quedé con el flechazo y dejé que su energía me envolviera y cada suspiro sabe a ella y ni siquiera se su nombre completo o cuál es su anhelo.

Alma de fuego, detente para que puedas disfrutar de conocer a la persona que quieres amar, detente para darle espacio a que sea de verdad ella y no tu ilusión dibujando y desdibujando frente a su imagen cuentos que no existen. Detente para que puedas disfrutar de verdad al nuevo ser que elegiste conocer o que te eligió al ver ese corazón diferente que parece nuevo y con la oportunidad de amar sin límites, lleno de sorpresa lleno de la capacidad de sorprenderse y ver siempre algo bello en el mundo, porque eres luz. Y aunque pienses que tú luz es infinita, el corazón es un templo que debemos proteger para darle genuinamente la oportunidad de amar y ser amado, dar y darse desenfrenadamente es nuestra obsesión, pero podemos aprender a andar más despacio para que ese dar regrese y al fin podamos encontrar la pista y el baile que nos conecte para bailar como uno siendo dos.