#Cubanos #SigloXX #FueraDelJuego
Una muchacha se está muriendo entr… Dice que es la desconcertada de un… Que anduvo noche y día para encont… Que ama las piedras grises de mi c… Dice que tiene el nombre de la Re…
Te levantas y el día se levanta contigo Se levanta todo lo que quedó lo que salvó la noche Y te mueves a tientas
Esta mujer no pinta sus cuadros para que nosotros digamos: “¡Qué c… salen de la cabeza de esta pintora… Ella es una mujer de ojos enormes. Con estos ojos cualquier mujer pod…
No sabemos exactamente lo que hicieron contigo todos esto… y siempre que te alzaste sobre nue… de echarte a andar entre los hombr… saltaba tu cabeza de títere perple…
—¡No se pueden mezclar y las mezcl… Revolución y Religión no riman! Se desgarraba el pobre bajo los re… agachado, contraído,
Nosotros seguimos construyendo el… Es difícil construir un imperio cuando se anhela toda la inocencia… Pero da gusto construirlo con esta lealtad
Los viejos poetas, los viejos maes… duchos en el terror de nuestra épo… todos a morir. Yo sobrevivo, lo que pudiera calif… entre los jóvenes.
No es la guitarra lo que alegra 0 ahuyenta el miedo en la medianoc… No es su bordón redondo y manso como el ojo de un buey No es la mano que roza o se aferra…
Di la verdad. Di, al menos, tu verdad. Y después deja que cualquier cosa ocurra: que te rompan la página querida,
A los censores Se pasaron la vida diseñando un pa… que recobrase—después de cada ejec… su inocencia perdida. Y apareció el patíbulo,
Nosotros que hemos mirado siempre… los objetos abigarrados del fin de… trabadas en oscuras levitas. Nosot… un grabado y una oración francesa. Nosotros que creíamos que al final…
Los poetas griegos y romanos apenas escribieron sobre doncellas… Esto es cierto, MacLeish. Y ahí están sus poemas que sobrevi… con guerras, con política, con amo…
Que siempre exista tu cabeza a poca altura de la mía Una ciudad soltando pájaros bodas en fin
En los bosques de Rusia yo he visto un abedul. Un abedul de hierro, un abedul que lanza como los elect… su nudo de energía y movimiento.
Berta Estás contra mi pecho, y sé que todo el aire desordenado de mi vida rinde ante ti los brazos, mujer mí…