Ese Réquiem que escondes en tu habitación-corazón, ese eco que tiembla, muerte y vida… en cada palabra. Como el eco largo del ayer,
Donde crezcan árboles, allí vas a encontrarte.
¿Estás? Lo sé, pero... ¿Dónde habías esta… Estuve tocando aburrido aquella pu… y no abriste; tal vez estabas pein… Cada detalle del ojo, mirándote, c…
Duele ésta sanguijuela porque la a… La desprendo de la piel, oh gajo d… y el dulce, jugo rojo dulce, se va… ah... tú... se van tú y mi sangre. duele, y porque en cada entraña ve…
Existió entre los dos una pausa en el transcurrir de la tristeza. Si la tristeza se hacia presente era la tristeza inaguantable que daba paso a una reconciliación…
La amé—para qué escribir lo que ya… La amé y es triste, fue triste; duele que haya dolido, duele que ya no duela; pues el dolor que se extiende sin…
Basta. Se acabó. De la felicidad ya se cansó. Buscas a tientas el porqué, la linea del cigarro
Amarraron la mosca. La mosca era un punto, menos que u… poco más que un fin o un suspenso extendiéndose alrededor de la cabe… Caminaron con la mosca por todo el…
El futuro esconde la muerte, los inevitables cambios. Como un cofre bajo el océano, y yo debo ser el océano.
Eran tiempos que nadie recuerda. Entre gritos y tambores suben a un cansado hombre cuyos pies sangran; los escalones son altos y de bordes finos, como las hojas de una daga. El dia tien...
Es alguien. Eso es suficiente... Luego el desfile de rostros de la… arrastrá a otra luz su rostro ardi… Toda la piel y la posible carne
Lees y relees aquel poema de palabras tan generales y, a la vez, exactas. Lees con tus ojos, con el designio natural que a la poesía uno otorga. Increíble, pero las palabras se empiezan...
piensa, cerebro, piensa; siente, corazón, siente; cuerpo, no pierdas la cabeza; cabeza, no salgas de tu cuerpo; cerebro, piensa, piensa;
tratar de tocar con la yema de los dedos los ojos profundizar e ir, nadando volando,
Deberés de tener en el lluvia la paraguas, porque la manantial blanda la ávida flores de lutos