Por favor, muere de una vez. Tu v…
En el lugar donde he nacido. Y he nacido en medio de todo esto. Un mundo tanto infinito como cruel… repleto de oscuridad y ver
Las montañas bajan, inmóviles, por el río (espejo nada amable) y se posan (otro espejo) en la mir… de este ser que (se dice) existe y deja de existir por momen…
Creo haberte dicho que en algunos lugares de este mun… el nombre que tienes es sólo un No… te llamo a través de este, te llam… En otros lugares, el nombre se red…
dónde dónde dónde, campana mi cabeza entre sus quejas… dón, dón, dón, dónde estaré, dónde estuve, dónde este cuerpo frágil,
esto acá que no busca la verdad ni la menti… solo hacer saber como placer que alguien vive, muere, sueña, y se peina cuando suena el viento
Tengo esta banda de rock articulad… por horizontes temblorosos, este grupo de jazz perdido en el sueño del blues más depresiv… Tengo este Malos Aires de persona…
Voy a oprimir este recuerdo hasta que se destroce en esos pequeños fragmentos que mi memoria, obsesiva de los cuentos, no para de recoger para alimentar a esta bestia, poderosa bestia, ...
Hay pájaros que cantan a lo lejos hacia el sonido aún más lejano de otros pájaros que cantan; aquí estoy yo, lo más cercano,
Eran tiempos que nadie recuerda. Entre gritos y tambores suben a un cansado hombre cuyos pies sangran; los escalones son altos y de bordes finos, como las hojas de una daga. El dia tien...
Analís disimula el sol naciente su infancia en el café de Oliverdo (el verde-claro de esta marioneta
Así como comienza, termina. Baja el sol, muchos duermen. Yo recopilo mis imagenes y las repaso en mi memoria... recuerdo los fantasticos arboles que ya no me parecen fantasticos, solo a...
como una ventana rota como una biblioteca tras el humo y la llama como una fogata más blanca que naranja como un poeta que habla más que lo que escribe como un hueco que deja ver su fon...
Al final de todo he perdurado en el ir profundo del amor, de su venir perpetuo sobrellenado vi un instante claro de la flor... Oxido en la lluvia percibida
Sé que he sido, por largos instantes, mi propia luz; y he, con el índice feliz del curioso,