Cuatro balas al caudillo, por la espalda asesinado; la voz del proletariado, silenciada por gatillo; negro cielo sin tu brillo.
Ningún mérito existe en nacer. Aceptada esa premisa, ninguna razó… La gente con la que he compartido… siempre la ha considerado una mues… ¡Allá ellos con sus juicios implac…
Eres la flor en el agua que nace en el invierno con tus pétalos al cielo iluminas las mañanas Y los pájaros te cantan
Nadia Sierpinski estaba obsesionada con los triángulos. Probablemente había leído todos los artículos referidos a sus fascinantes propiedades matemáticas y a su enigmática simbología. S...
El verdadero poema no le pertenece al poeta. No. El verdadero poema nace de algo que no es; de algo que nunca será,
No puedo asegurarlo, pero creo que la primera vez que e… fue para mi bautizo. (Seguro no estoy, porque es muy probable que mi mamá…
Tú poeta, que cantas desamor ¿Cómo puedes escribir con las vena… rotas? Cuando me torturan las pena… de las flores no distingo el color y más profundo se hace mi dolor,
Con permiso de los oyentes, quiero cantar una cueca, que seguro a algunos va a dejarlo’ con jaqueca La cueca antifascista
Inmediatamente después de derrotar por nocaut en el quinto asalto al peruano Emiliano Rubio, el primer campeón sudamericano de los pesos pesados, el colchagüino Heriberto “Strongman” Ro...
Hoy, vengo a cantar sin gozo, las décimas de la vergüenza, que relatan, sin adornos, lo que no sale en la prensa. Parto por Romario Veloz,
Cuando regrese mañana a mi valle verde olivo, llevaré en mi equipaj… cada trazo de tu cuerpo, paisaje descubierto con todo su detalle. Vivirás en mi piel donde me halle,
(Do#) Me agarré el virus, el virus en mi pulmón. (Fa#) Me agarré el virus,
Péndulo que oscilas, entre el ciel… marcando los olvidos, en un reloj… Trapecista solitario en el circo d… se cayó tu pedestal y nadie viene… Del mundo cuelgas solo, eres flor,…
1. Definir el tipo de soneto (ej:… 2. Elegir un soneto que te guste y… 3. Leerlo en voz alta tres veces. 4. Mantener las rimas correspondie… 5. Eliminar las palabras que no te…
Fui abandonando, una por una, mis pesadas esperanzas; pero como siempre, el implacable guardián me obligó a recogerlas del camino. No pude continuar. Sin embargo, hoy llegué más lejos q...