#EscritoresUruguayos
Concédeme esos cielos, esos mundos… el peso del silencio, ese arco, es… enciéndeme las manos, ahóndame la vida con la dádiva dulce que te pido.
Estás lejos y al sur allí no son las cuatro. Recostado en tu silla apoyado en la mesa del café de tu cuarto
Todo es tuyo por ti va a tu mano tu oído tu mirada iba fue
Cuando una boca suave boca dormida… como muriendo entonces, a veces, cuando llega más allá de… y los párpados caen colmados de de… tan silenciosamente como consiente…
Decir no decir no atarme al mástil pero deseando que el viento lo voltee
Quiénes son quiénes son metidos en mi vida imponiendo ternura espectros como yo momentáneos y vanos
No me muero. Tal vez tantos, tantos derrumbes, tantas m… tanto olvido, rechazos, tantos dioses que huyeron con pala… no me dejan morir definitivamente.
Pasa se va se pierde no se detiene fluye mana incansablemente se escapa de las manos
Entre tus brazos entre mis brazos entre las blandas sábanas entre la noche tiernos
Estoy temblando está temblando el árbol desnudo y… cantando y cantando está la luna riendo
Estás solo, lo mismo. Yo no toco tu vida, tu soledad, tu… yo no soy en tu noche más que un l… más que un profundo lago, en que puedes beber aun cerrados l…
Me moriré y él seguirá cantando bueno digo Carlitos y Jorge seguirá haciendo el amor
Quiero morir. No quiero Oír ya más campanas. Campanas –qué metáfora– o cantos de sirena o cuentos de hadas
Soy mi padre y mi madre soy mis hijos y soy el mundo soy la vida y no soy nada
Es un oro imposible de comprender,… silencio que renace y se incorpora… Las manos de la noche buscan el ai… se olvida sobre el mar, el mar cerrado,