Esa avalancha de casas amarillas
y verdes
y turquesas,
esos antejardines floridos
ese dulzor...
Esa bruma,
ese rechinar de ascenso
ese tronar de puerto que ya es pasado.
Hombres de mar
hoy digo:
quiero morir en Valpo!,
con vista al océano infinito
Tu noche desde lejos
un abismo negro
Y en tus cerros
un animal de luz que reposa.